Nuestro objetivo es sustituir el transporte por carretera por el transporte por ferrocarril

El transporte ferroviario es conocido por ser uno de los modos de transporte más eficientes en términos de consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero, gracias a la adopción de tecnologías y prácticas que reducen significativamente las emisiones de gases contaminantes, optimizan el uso de recursos naturales y disminuyen la congestión vial.

Este enfoque ofrece numerosos beneficios económicos, ambientales y sociales, lo que nos convierte en la mejor opción para empresas comprometidas con la sostenibilidad.

Tramesa es la mejor opción

REDUCIMOS LAS EMISIONES DE CO2

El transporte ferroviario se caracteriza por su bajo impacto en las emisiones de dióxido de carbono (CO2). En comparación con otros modos de transporte, el transporte ferroviario emite aproximadamente un 70% menos de CO2.

El 92% del transporte de mercancías que realizamos en Tramesa es ferroviario. Además, estamos inmersos en proyectos Clima de Reducción de emisiones de CO2, contando con certificaciones acreditadas de reducciones de emisiones por parte del Ministerio para la Transición Ecológica.

CONSUMIMOS ENERGÍAS RENOVABLES

En nuestra empresa, reconocemos que el transporte ferroviario desempeña un papel fundamental en la promoción del uso sostenible de los recursos, se promueve el uso de tecnologías limpias y eficientes, que ayudan a reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire. Específicamente, hemos logrado utilizar un 25% de energía proveniente de fuentes renovables en nuestras operaciones de transporte ferroviario.

MEJORAMOS LA EFICIENCIA EN EL TRANSPORTE Y EN LA SEGURIDAD VIAL

Los trenes pueden transportar grandes volúmenes de mercancías de manera simultánea, lo que reduce la necesidad de múltiples vehículos y minimiza la congestión vial a la vez que mejora la seguridad en las carreteras.

CONTRIBUIMOS A LA MOVILIDAD SEGURA, SALUDABLE Y SOSTENIBLE

Al reducir el número de vehículos en la carretera, se reducen las emisiones contaminantes, se mejora la calidad del aire en las áreas urbanas y se protege la salud de la población. Además, se reduce la exposición al ruido del tráfico y se disminuyen los riesgos asociados con los accidentes de tráfico.

Al adoptar estas soluciones, las empresas pueden contribuir de manera significativa a la construcción de un futuro más sostenible y equilibrado.